Pero no sólo afición, también devoción por su uso en clase, intentando inspirar a mis alumnos a su uso, un uso que desgraciadamente se queda en pasar números a notación científica o calcular alguna que otra razón trigonométrica. Es una lástima que incluso cierto profesorado de mates les diga a sus alumnos que todos los cálculos deben hacerlos a mano, si posibilidad de usar una calculadora científica. En fin, uno intenta evangelizar en esta sencilla y a su vez potente tecnología, pero a veces te quedas en el intento. Así que nada mejor que empezar el curso presentando mi nueva calculadora y su potencial.